Desde que en el siglo I los romanos fundaran Londinium, los sucesivos e infructuosos intentos de someter a las tierras del norte de Gran Bretaña fueron numerosos, por eso no hay muchas evidencias de la presencia romana en Irlanda. Scotia fue originalmente el nombre romano utilizado para referirse a la parte norte de Irlanda, habitada por el pueblo celta escoto. Estos celtas arrasaron el norte de la Britania romana y se instalaron en las Tierras Altas Occidentales de Escocia y se extendieron durante los siglos IV y V dando nombre a dicho país. Las belicosas tribus de los escotos, junto con los pictos y los misteriosos atticotti, causaron amplios problemas a la administración romana de la provincia romana de Britania, con incursiones violentas. Al evacuar la isla por parte de los romanos, muchos escotos se hicieron con el control de algunas zonas del oeste de Gran Bretaña, tras haber colonizado las costas de Gales y Escocia.
Dalriada (Dal Riada o Dál Riata) fue un reino escoto existente en el norte de Irlanda y la costa oeste de Escocia desde finales del siglo V hasta mediados del siglo IX. El último rey de Dalriada, Kenneth MacAlpin, consiguió unificar su reino con el de Fortriu de los vecinos pictos asentados al este, dando lugar al reino que sería conocido a partir de entonces como Alba o Escocia.
La piedra de Scone, también conocida como la "Piedra del Destino", y a menudo referida en Inglaterra como "Piedra de la Coronación", es un bloque de arenisca roja que se ha utilizado durante siglos como asiento real en la coronación de los monarcas de Escocia. Existen varias leyendas sobre la historia de la piedra antes de su colocación en Scone, una historia se refiere a Fergus, hijo de Erc (los gobernantes de Escocia desde Kenneth macAlpin hasta la actualidad afirman descender de Fergus, primer rey de los escoceses por ser rey de Dalriada), que transportó la piedra desde la colina de Tara, donde era utilizada para coronar al Gran Rey de Irlanda, hasta Scone. Escocia a menudo se mostraba en los mapas como el "Reino de Scone", del mismo modo, Irlanda a menudo se llamaba "Reino de Tara"; Tara, como Scone, fue un sitio ceremonial de coronación.
Scone era lo más parecido que tenía el antiguo reino de Escocia a una ciudad capital. Además, el rey era itinerante y tenía poca burocracia permanente, por lo que el papel de Scone era totalmente diferente al de una ciudad capital moderna. Pero en el sentido medieval, Scone puede llamarse de muchas maneras la "capital de Escocia", y a menudo se la conoce como "la ciudad real de Scone". Esto cambió con la llegada de los normandos al poder en Gran Bretaña, el Scone real, en la actualidad se llama Old Scone porque allí no se llegó a desarrollar una ciudad sino que en el lugar de eso se fundó una abadía para custodiar la "Piedra de Scone", que como se ha dicho antes, en la actualidad está en ruinas, y a dos millas de Scone se fundó la ciudad de Perth, la auténtica sede de la corte real a partir de entonces y muy a menudo llamada "capital efectiva" de Escocia. Si se mide desde el centro de Perth hasta la cima del Ben Nevis, que como se ha dicho anteriormente es el punto de mayor altitud de la isla de Gran Bretaña, la distancia es de 66 millas. Por lo tanto, de nuevo tenemos un centro de poder conectado a un punto extremo de su territorio.
Históricamente se considera que alrededor del año 841 d.C, Kenneth MacAlpin trajo la piedra desde la abadía de Iona y se mantuvo en la abadía de Scone, ahora en ruinas.
Pero además, si se mide desde el centro de Perth hasta la catedral de Oxford la distancia es de 333,3 millas, y el castillo de Edimburgo queda bajo la línea. Oxford es de gran importancia para la historia de Inglaterra, fue allí donde en 1139 Godofredo de Monmouth escribió su Historia Regum Britanniae. En el apartado dedicado a Britania se ha hecho mención de Verulamium y de Chichester, dos importantes capitales britonas que se encuentran alineadas; además de estar alineadas entre ellas, las dos lo están de Oxford, en el caso de Verulamium a 33,3 millas náuticas y en el caso de Chichester a 66,6 millas. Según los historiadores, Oxford fue fundada entre el siglo V y el X y luego creció en importancia con la conquista normanda de Inglaterra, sin embargo, como estamos viendo son varios los lugares conectados a Oxford; varias ciudades britonas, la capital histórica de Escocia y Brigantia, del mítico Breogán, visto en un apartado anterior. Posteriormente veremos otros alineamientos que se dan en Oxford así como en Cambridge.
La piedra de Scone no solo es importante para Escocia; en 1296, durante la Primera Guerra de Independencia de Escocia, el rey Eduardo I de Inglaterra tomó la piedra como botín de guerra y la llevó a la Abadía de Westminster, donde se colocó en una silla de madera conocida como King Edward's Chair, y se utilizó en las sucesivas coronaciones de los monarcas de Inglaterra, así como de los monarcas del Reino Unido. La piedra se usó por última vez en 1953 para la coronación de Isabel II. El 3 de julio de 1996, en respuesta a una creciente discusión sobre la historia cultural escocesa, el gobierno británico anunció que la piedra regresaría a Escocia, 700 años después de haber sido tomada. El 15 de noviembre de 1996, después de una ceremonia de entrega en la frontera entre representantes del Ministerio del Interior y de la Oficina Escocesa, la piedra fue transportada al Castillo de Edimburgo. Observamos en estos hechos la importancia de esta piedra que Kenneth MacAlpin, que heredó el reino de Dalriada y creó el reino de Alba, trajo desde la abadía que fundó San Columba de Iona, origen del cristianismo en Escocia. A lo largo de este mismo capítulo analizaremos los alineamientos creados por los doce apóstoles irlandeses pero antes adelantamos esta parte de la cronología enfocándonos un poco más en Escocia.
Al hablar sobre una migración desde el norte de Irlanda hacia territorio escocés es imposible pasar por alto un lugar llamado Dunaverty Rock, en Keil Port, ya que es el lugar de desembarco más cercano si se viaja desde Irlanda hasta Escocia. Dunaverty Rock además ofrece una fortaleza natural con el mar por tres lados y sólo es accesible desde el norte. La tradición explica que en este lugar se introdujo el cristianismo en Escocia de la mano de San Columba de Iona, uno de los 'doce apóstoles irlandeses' considerado también 'apóstol de los escoceses', ya que Keil Port es el lugar donde San Columba llegó desde Irlanda en el siglo VI y construyó una primera capilla antes de fundar la abadía de Iona. Identificamos aquí un lugar fundacional ya que la abadía de Iona está considerada como el punto desde el que Columba de Iona comenzó la expansión del cristianismo por Escocia. Dunaverty Rock se encuentra a 66,6 millas náuticas de la abadía de Iona, también se encuentra a 66,6 millas del centro de Glasgow (George Square) y a 66.000 metros del centro de Ayr, importante ciudad escocesa que llegó a ser temporalmente capital y sede del parlamento escocés. Además la abadía de Iona, se encuentra ubicada a 333 kilómetros del origen fundacional de Dublín (actualmente capital de la República de Irlanda). Posteriormente, en el apartado dedicado a la expansión del cristianismo retomaremos los ejemplos de Escocia pero es importante identificar aquí la analogía con la forma que tuvo el imperio romano de entrar en Inglaterra por Dover (conectado a Londres y al puerto de Ostia). Es similar a lo que se ha mostrado en Francia donde el nuevo poder entró por Marsella, colonia griega conectada a Nanterre y a Atenas. Lo veremos también con la entrada del cristianismo a Francia en el siguiente apartado.
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