El desarrollo de Fenicia conoció el mayor impulso después de las violentas migraciones de los llamados Pueblos del Mar, que hacia 1200 a.C causaron una fuerte inestabilidad en el Mediterráneo oriental. Los supervivientes de la gran crisis resurgieron con vigor y formaron lo que se conocerá como Fenicia. Los fenicios vivían en ciudades independientes y si bien tenían en común una serie de elementos aglutinadores como el idioma, las costumbres, la religión y la cultura, Fenicia no existía como entidad territorial y nunca constituyó un estado unificado. Son ciudades como Sidón, Biblos o Tiro, tratadas en el capítulo dedicado a Canaán. La ciudad de Cartago, hoy Túnez, fue fundada por fenicios de Tiro a finales del siglo IX a.C, tras la caída de Tiro en poder de los babilonios hacia el siglo VI a.C, Cartago se independizó y desarrolló un poderoso Estado. En el siglo III a.C el general cartaginés Asdrúbal fundó Cartago Nova (la actual Cartagena), exactamente a 3.300 kilómetros de Tiro, y Siracusa, vista en un apartado anterior quedó alineada. Asdrúbal era yerno de Amílcar (en púnico «hermano de Melqart», dios de los fenicios que los cartagineses denominarían Baal), es el fundador de la estirpe de los Bárcidas, la tradición explica que la familia descendía directamente de Dido (o Elisa de Tiro), fundadora de la ciudad según la mitología cartaginesa. Amilcar Barca, atacó Siracusa sin éxito antes de la fundación de Cartagonova por parte de su yerno. Tras varios siglos de enfrentamientos contra Cartago, se alió con Roma en la primera guerra púnica, bajo el gobierno de Hierón II. Sin embargo, a la muerte de Hierón II, y en el marco de la segunda guerra púnica, la ciudad-estado cambió su política de alianzas, apoyando a Cartago. Este apoyo le valió el ataque de las fuerzas romanas, que tras un largo asedio, en el que Arquímedes defendió su ciudad natal con sus ingenios, consiguieron tomar la ciudad en 212 a.C. De esa forma, Siracusa pasó a formar parte de la provincia romana de Sicilia, acabando así su época como estado independiente y uniendo su destino al de Roma.
Lo mismo sucede con la ciudad marroquí de Volubilis; fue fundada por cartagineses en el siglo III a.C y se ubicó alineada con Tiro, a 2.333 millas. Pero acabó bajo el dominio romano. En el capítulo dedicado al chiísmo se volverá a hablar de esta ciudad porque a finales del siglo VIII se convirtió en la sede de Idris ibn Abdallah, el fundador de la dinastía Idrisida de Marruecos.
La ciudad de Leptis Magna, en Libia, fue originalmente una fundación fenicia del siglo VII a.C, se ubicó a 666,6 kilómetros del punto extremo septentrional de África, lugar que se encuentra a 1.333 millas del centro de El Cairo, entre otros alineamientos, como veremos más adelante. A 66,6 millas de Leptis Magna los fenicios fundaron Trípoli (capital de Libia) y a 66.600 metros del centro de Trípoli fundaron Sabratha; las tres ciudades (Tripolis) fueron fundadas en la misma época. Cuando estas ciudades fueron tomadas por el imperio romano las obras que realizaron, como los teatros o el arco triunfal, perfeccionaron los alineamientos.
Si observamos en conjunto, Trípoli fue elegida como principal entre las tres, por eso el puerto de Trípoli se encuentra a 1.333 millas de Baalbek, visto en el apartado dedicado a Canaán. Desde Sabratha hasta el puerto de Beirut (capital de Líbano) hay 1.330 millas y el puerto de Trípoli queda alineado. Evidentemente, si los fenicios hacían este tipo de alineamientos, el mostrado anteriormente entre Cartago Nova y Tiro, que alinea Siracusa, está relacionado. Otro que posiblemente esté relacionado es el que el alinea Tremecen, Cirta y Cartago, de 666 millas, uniendo Argelia y Túnez. A su vez, Cirta se encuentra a 666 kilómetros de Sabratha.
La tradición griega dice que la morada de Apolo era el Monte Parnaso, desde la cima de este monte, hasta el Templo de Apolo, donde se encuentra el oráculo de Delfos hay 6,6 millas náuticas. Contiguo al templo de Apolo se encuentra el estadio de Delfos, construido en el s.V a.C, consagrado a Zeus, dista del Templo de Zeus Olímpico de Atenas (construido entre el 561 a.C y el 527 a.C), 66 millas náuticas y la línea, además de pasar por la ‘Via Sacra’ del Templo de Apolo pasa por el espacio reservado al Ónfalo (Ádyton), Axis Mundi, ombligo del mundo griego, pasa por el monte Helicón, presente en la mitología y pasa por la Acrópolis de Atenas, la roca sagrada de los griegos.
Atenas se construye en la base del monte Himeto, el mismo que hemos visto anteriormente conectado a varios lugares, en su cima hubo un templo dedicado a Zeus, hoy hay una instalación militar y muchas antenas. Desde la cima del monte Himeto hasta la cima del monte Parnaso hay 66 millas náuticas. Recuérdese en éste punto que los montes de Creta involucrados en la mitología de Zeus se encuentran alineados también, ofreciendo estos alineamientos numerológicos de forma natural. Lo mismo sucede entre los dos montes Ida, el de Creta y el de Turquía.
Lugares antiguos como la Academia de Platón del siglo IV a.C y lugares modernos como el Observatorio Nacional tienen una relación directa con este monte, la academia se encuentra a 6,6 millas de la cima del monte Himeto y el observatorio a 6,6 millas náuticas. A lo largo del recorrido que ofrece este escrito serán muchos los alineamientos mostrados en los que observatorios de todo el mundo están involucrados.
La cima del monte Himeto ofrece la posibilidad de probar lo expresado anteriormente cuando se ha afirmado que lugares modernos se conectan a estos lugares naturales ancestrales. La base Bondsteel Camp se encuentra en Kosovo, es la principal base del Ejército de los Estados Unidos en Europa, se encuentra equidistante a la Gran Pirámide de Giza y la pirámide invertida del Louvre de París. También se ha ubicado de forma que dista de la cima del monte Himeto, 333 millas y 330 millas de la puerta de los leones de Micenas y 660 kilómetros de la plaza Taksim, en el centro de Estambul. En el apartado dedicado a las bases militares sabremos más sobre la base Bondsteel.
En el siglo VII a.C son cuatro las tribus que conforman Grecia, una de ellas fueron los dorios, las otras tres eran los aqueos, los jonios y los eolios. En el apartado dedicado a la Tabla de las Naciones y en el dedicado a Micenas y Creta, se muestra que estos pueblos son descendientes de Javán, hijo de Jafet. Así, ciudades como Mileto, están alineadas con la cima del monte Himeto de Atenas; en el caso de Mileto a 166,6 millas náuticas y en el caso de Focea, que según Estrabón marcaba el inicio de Jonia y el límite de Eólida, dista 166,6 millas de la cima del monte Himeto.
Como se mostró en el apartado dedicado a la Tabla de las Naciones, un hijo de Javán, y por lo tanto nieto de Jafet, llamado Tarshish, fundó Tartessos; en el triángulo que conforman Huelva, Sevilla y Cádiz. Hace 3.000 años, lo que hoy es la ciudad de Cádiz estaba separada en dos islas (Kotinoussa y Erytheia) por el llamado canal Bahía-Caleta. Según los historiadores fue fundada por fenicios de Tiro hacia el siglo X a.C o el IX a.C pero desde el castillo de San Sebastián, donde se situaba el templo de Baal fenicio, hasta la cima del monte Himeto de Atenas hay 2.666,6 kilómetros. Además, el lugar más significativo de Cádiz se encuentra a 1.666,6 millas náuticas del centro de Estambul, ciudad de fundación griega, como se ha mostrado en el apartado anterior, que también se conecta al monte Parnaso, entre otros lugares supuestamente griegos y que volveremos a ver conectada a otros, como El Cairo.
La mitología griega sitúa a Heracles en España, en su décimo trabajo, robando el ganado de Gerión. Posteriormente se hablará sobre otros mitos que involucran robo de ganado, por ejemplo en la mitología irlandesa, pero por ahora veamos que, según el mito griego, Heracles llegó a Erytheia, en Cádiz, y allí se enfrentó a Gerión. Según se recoge en la Historia de España de Alfonso X el Sabio, escrita en el siglo XIII, Gerión obligaba a sus súbditos a entregarle la mitad de sus bienes, e incluso a sus hijos, hasta que llegó a estas tierras Hércules. Los aterrorizados habitantes le pidieron ayuda y este retó a Gerión a una lucha a muerte. Después de tres días de batalla, la cabeza del gigante fue enterrada en el mismo lugar donde se levantó la Torre de Hércules en La Coruña. Pero esto, que nos conectará con el robo del ganado irlandés, lo veremos posteriormente. Las ruinas del templo de Melqart/Heracles de Cádiz, que estaba situado en el cerro de los Mártires de San Fernando, lugar donde actualmente se encuentra el Acuartelamiento de Camposoto, se encuentran a 2.660 kilómetros de la cima del monte Himeto. Este lugar además, se encuentra a 66 millas del monumento con las réplicas de las carabelas del descubrimiento, en La Rábida, Huelva, lugar desde donde Colón preparó el viaje y partió hacia Sanlúcar y después hacia el Nuevo Mundo, es decir, lo mismo que estamos viendo pero más de mil años más tarde. Y lo veremos en un próximo apartado. Para que no quede duda de la importancia de este lugar que actualmente se encuentra con acceso restringido, desde la catedral de Sevilla hasta el Acuartelamiento de Camposoto, donde estaba situado el templo de Heracles hay 66,6 millas. Erytheia, la isla de las Gadeiras (archipiélago alrededor de Cádiz) lleva el nombre de una hija de Gerión, pero existe otra Erytheia, una de las Hespérides, hijas de Atlas, quienes protagonizan el undécimo trabajo de Heracles. Las Hespérides eran las ninfas que cuidaban un maravilloso jardín en un lejano rincón de occidente, custodiado por un dragón de cien cabezas llamado Ladón, que la tradición mayoritaria situaba cerca de la cordillera del Atlas en el Norte de África. Según el mito, el titán Atlas engañado por Heracles, robó las manzanas de oro para el héroe haciéndole el trabajo. La cordillera del Atlas es el titán petrificado y desde su punto extremo de mayor altitud (pico Toubkal) hasta el templo de Heracles en el acuartelamiento de Camposoto en el cerro de los Mártires, hay 333 millas náuticas.
Cuando, posteriormente, esta élite vinculada a Melkart - Heracles, trasladará las columnas hacia el oeste se mostrarán lugares que han sido fundados respecto a Cádiz. Adelantaré algo que veremos mucho más adelante, en el siglo XV con la colonización española. Del mismo modo que estamos viendo que los saltos colonizadores guardan una distancia que arroja cierta numerología, a lo largo de esta cronología veremos muchos más, de hecho se puede afirmar que veremos la propagación de la civilización o de ese llamado progreso de la sociedad ordenado alineado numerológicamente. Por ejemplo, desde el puerto de Bonanza, en Sanlúcar de Barrameda, en Cádiz, lugar desde donde salió la flota de Colón hasta la bahía de Cabo Haitiano en la actual Haití, lugar donde llegó a América, hay 6.600 kilómetros exactos. Todo esto y mucho más lo veremos en apartados posteriores.
La historia del territorio alrededor de Cádiz es ancestral y es abundante la literatura contemporánea que sitúa la Atlántida en este lugar, nada se sabe sobre eso pero es muy significativo que haya cambiado tanto la geografía física del territorio gaditano, pero sobretodo, que desde el templo de Heracles hasta Stonehenge, un lugar que posiblemente es igual de ancestral que Cádiz, hayan 1666,6 kilómetros. Esta línea pasa por el embalse de Valdecañas donde se encuentra el dolmen de Guadalperal y también pasa por la región francesa de Carnac, donde se encuentran los famosos menhires alineados, repartidos por una extensa zona.
Descubrimientos arqueológicos han demostrado que en el lugar donde actualmente se encuentra la Catedral de Lisboa, existía un puesto comercial fenicio desde el 1200 a.C. Fue un asentamiento que proveía de comida a los barcos fenicios que navegaban hacia las islas del Estaño (actualmente islas Sorlingas y Cornualles). Lisboa es por lo tanto una de las ciudades más antiguas de Europa y su fundación está conectada al punto extremo occidental de la península ibérica. Si se mide la distancia desde la catedral de Lisboa hasta el cabo da Roca la distancia es de 33.000 metros. En apartados posteriores se volverá a hablar de Lisboa y del Cabo da Roca. Del mismo modo que Cádiz y Stonehenge se encuentran conectados, también lo está Lisboa con Irlanda ya que desde la Torre de Belem de Lisboa (lugar desde el que salieron las expediciones colonizadoras portuguesas) hasta la colina de Tara, en Irlanda, hay 1.666.6 kilómetros. Todo esto se desarrollará en varios apartados de un capítulo posterior cuando se hable de las rutas de los metales que discurrían entre Cornualles y el estrecho de Gibraltar, entre Oriente y Occidente.
En el apartado dedicado al Génesis se nombró a Tubal, entre los hijos de Jafet. Los cimerios los habrían hecho retirarse a la zona montañosa oriental del Mar Negro, posiblemente a Georgia. Generalmente se cree que de la Iberia caucásica, la actual Georgia, estos íberos, emigraron a la península que se llamó luego ibérica en su honor. Actualmente España y Portugal. El obispo Isidoro de Sevilla recogió una tradición de Flavio Josefo en la que Túbal fue antecesor de los íberos y de Iberia. En Portugal se encuentra la ciudad portuaria de Setúbal, donde las leyendas aseguran fue fundada por Tubal, el centro de la ciudad se encuentra a 330 kilómetros del templo de Heracles de Cádiz.
Roma fue fundada progresivamente por la instalación de tribus latinas en el área de las tradicionales siete colinas, mediante la creación de pequeñas aldeas en sus cimas que terminaron por fusionarse entre el siglo IX a.C y el VIII a.C. Cuando los núcleos latinos que habitaban las colinas se fusionaron, fortificaron el recinto habitado alrededor del monte Capitolino (de ahí los nombres capital, capitolio etc...) y así se inició la primera fase de la Roma antigua hacia el siglo VIII a.C. Demarato de Corinto pertenecía a una familia de la nobleza doria de Corinto llamada los Baquiadas. Demarato, junto con otras familias dorias, fue expulsado de Corinto a mediados del siglo VII a.C pero fue acogido en tierras italianas, estableciéndose desde entonces en Tarquinia (Etruria), donde fue bien recibido a causa de sus riquezas, concediéndosele la dignidad real. Su hijo Lucio Tarquinio Prisco, a principios del siglo VI a.C se convierte en rey de Roma y auténtico fundador de la ciudad, según algunos historiadores contemporáneos. La tradición romana afirmaba que Roma había estado bajo el control de siete reyes desde el 753 al 509 a.C, comenzando con el mítico Rómulo, de quien se decía que había fundado la ciudad de Roma junto con su hermano Remo. Se decía que los últimos tres reyes eran etruscos (Tarquinius Priscus, Servius Tullius y Tarquinius Superbus). En Tarquinia existe un importante cementerio etrusco, desde allí hasta el puerto de Corinto hay 660 millas y desde el templo de Zeus, en la cima del monte Himeto, hasta el centro del Campidoglio en lo alto de la colina Capitolina (el corazón de Roma) hay 660 millas. Esta última línea además, pasa por el monte Helicón y por Delfos, donde se encuentra el Oráculo, involucrado en la fundación de numerosas ciudades, como queda reflejado anteriormente. Añadiremos este último a la lista de alineamientos que surgen desde el monte Himeto y que se irá ampliando a lo largo de esta cronología. La línea pasa también por el Coliseo de Roma y por el palacio de Letrán; la tradición cristiana explica que este lugar fue donado al obispo de Roma por Constantino para ser, junto a la archibasílica de San Juan de Letrán, la sede del gobierno eclesiástico. Y lo fue durante casi un milenio, no fue hasta finalizar el periodo conocido como 'Cautiverio Babilónico de la Iglesia' cuando los papas, al regresar a Roma, se establecieron en la colina vaticana, donde desde entonces está la Santa Sede.
En la modernidad, como veremos continuamente, se añaden edificios a estos alineamientos, por ejemplo la entrada al centro Donato Menichella (sede de Banca d´Italia) se encuentra bajo la línea. Aquí es posible identificar otro ejemplo que evidencia un patrón importante entre los que ofrece esta exposición de alineamientos ya que en varios apartados anteriores hemos visto, por parte de diferentes civilizaciones, fundar colonias, expandir sus territorios, guardando distancias numerológicas de este mismo modo respecto a la ciudad capital o metrópoli. Este fenómeno surgirá continuamente a lo largo de esta exposición evidenciando el orden civilizador del mundo.
Como se ha mencionado, el oráculo de Delfos se encuentra alineado entre el Campidoglio del monte Capitolino y la cima del monte Himeto de Atenas. Detengámonos pues en el oráculo de Delfos; originariamente tenía el nombre de Pita que proviene del término "Pitón", como "pitia" (Πυθία) o "pitonisa". Pitón es el nombre de la gran serpiente o dragón que, según la mitología, vigilaba el oráculo. Según algunas tradiciones, la primera pitia o pitonisa del oráculo de Delfos se llamaba Sibila, y su nombre se generalizó y se siguió utilizando como nominativo de esta profesión. La pitia era una profetisa cuyas profecías eran manifestadas siempre en estado de trance y expresadas en hexámetros griegos que se transmitían por escrito, la más antigua de la que se tiene documentación (hacia el siglo XIV a. C) es la pitia del Oráculo de Delfos. Las sibilas residían en las grutas o cerca de corrientes de agua y estaban asistidas por un grupo de sacerdotes que administraban el culto de Apolo e interpretaban los vaticinios que pronunciaban por el espíritu del dios, por lo tanto, generalmente por Sibila entendemos también una institución religiosa del mundo clásico. En la antigua Grecia, y luego con los romanos, los lugares oraculares atendidos por las Sibilas proliferaron por el Mediterráneo. En la segunda mitad del siglo I a.C, el autor romano Varrone crea una lista de las diez sibilas existentes en ese momento. Más tarde Lattanzio Confirmará la misma lista en su De Divinis Institutionibus (304 - 313 d.C). En Italia había un centro oracular en Cuma, donde se había levantado un templo dedicado a Apolo desde el siglo VI d.C en lo alto de un relieve rocoso. Según el mito, Cumana Sibilla practicaba su actividad adivinatoria cerca del lago Averno, dentro de una cueva conocida como Antro della Sibilla y es considerada una de las sibilas más importantes de las religiones griega y romana, está pintada por Miguel Ángel en la bóveda de la Capilla Sixtina. La práctica de las sibilas fue amenazada en 392 d.C, cuando los decretos de Teodosio suprimieron los cultos paganos, la superposición de la religión cristiana con la pagana intentó erradicar los cultos oraculares y lentamente se desencadenó un proceso de sincretismo que transformó a las sibilas clásicas en profetisas del nacimiento de Cristo. Se difundió una leyenda según la cual la Sibila de Cumas, virgen profetisa del nacimiento de Cristo, se enfadó con Dios por no haber sido elegida como madre del Salvador, y por ello fue desterrada a los Apeninos. En los Apeninos Centrales se encuentran las Montañas Sibilinas y la cueva de la Sibila. El punto más alto de las montañas Sibilinas es el monte Vettore cuya cima se encuentra a 66 millas náuticas del Campidoglio.
La primera noticia escrita relacionada con la actividad de la sibila apenina llega con Suetonio en el año 69 d.C, cuando dice que Vitelio "celebró una vigilia sagrada sobre los yugos de los Apeninos". El emperador Aureliano, hijo de Zenobia, sacerdotisa del templo del Sol, también pudo haber consultado el oráculo sibilino en el siglo III. También en la Historia de Augusta, Flavio Vopiscus relata que el emperador quiso colocar una estatua dorada de Júpiter en el templo del Sol, en construcción en Roma, siguiendo la respuesta que le había dado el oráculo de los Apeninos. Trebellio Pollione en 'Scriptores Historiae Augustae' cuenta que Claudio II el Gótico se encomendó en el año 268 d.C a las respuestas del oráculo de la Sibila de los Apeninos. En un pergamino de 1452 encontrado en el Archivo Histórico del Municipio de Montemonaco, habla sobre el lago Sibilla (así llamado en la sentencia del juez de la Marca Anconitana) y de la cueva Sibilina, y de caballeros que llegaron desde España y el Reino de Nápoles para practicar la Alquimia y consagrar libros mágicos ad lacum Sibyllae (poco después se convertirá en el Lago de Pilatos). Toda la población y las autoridades del Municipio de Montemonaco son excomulgadas y luego absueltas en un juicio por ayudar a los caballeros extranjeros a llegar al lago Sibila y a la cueva. En 1610 se pintan los frescos de Martino Bonfini en el santuario de la Madonna delAmbro, un ciclo de doce Sibilas incluyendo una Química o Alquimia.
Como se ha dicho anteriormente, son varias las civilizaciones que expanden sus territorios guardando distancias numerológicas respecto a la ciudad capital o metrópoli, obsérvese que Dover (Portus Dubris) es el puerto elegido por el poder civilizador de Roma para introducirse en Gran Bretaña y este se encuentra a 1.333 kilómetros del Campidoglio de Roma, en lo alto del monte Capitolino, el centro del imperio. Es lo mismo que ocurre en Marsella, el puerto elegido por los griegos desde el que posteriormente se civilizó lo que hoy es Francia se encuentra a 1.666 kilómetros de la cima del monte Himeto de Atenas, y como hemos visto, sucede lo mismo entre Roma y el monte Himeto. Además, el castillo de Dover, situado donde los romanos construyeron un faro (la estructura romana más alta de la isla), se encuentra a 66,6 millas del centro de Londinium así como Marsella se encuentra conectada a Nanterre (origen de la actual París) a 666 kilómetros, como veremos en un capítulo posterior.
Massalia fue fundada por griegos de Focea, y como vimos anteriormente, desde la ciudad de Focea hasta la cima del monte Himeto la distancia es de 166,66 millas. Pasa lo mismo con Mileto, en millas. Conforme el poder civilizador se expande por el territorio lo hace guardando un orden numerológico. Por supuesto, cada una de estas ubicaciones tiene su razón de ser por su posición estratégica para la defensa, el comercio, etc. Son muchas las razones de elegir estas ubicaciones para las principales ciudades, muy lógicas y muy bien explicadas en enciclopedias de todo el mundo, además la mayoría de las veces, los accidentes geográficos, los ríos, los yacimientos de minerales etc, explican, en gran parte, el porqué de construir un asentamiento en uno u otro lugar, sin embargo, tal y como se viene mostrando aquí, todo esto va acompañado de un orden numerológico.
Además del visto anteriormente entre la catedral de Sevilla y el templo de Heracles en Cádiz, otro alineamiento se da en la ubicación de Sevilla, 1.660 kilómetros exactos hay desde la plaza de toros de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla hasta el monte Palatino de Roma. Aunque la primera fundación romana en ese territorio no fue en el centro de Sevilla sino que la realizó el general romano Escipión el Africano en el municipio de Santiponce, que tras vencer a los cartagineses en el año 206 a.C, fundó Itálica, pero igualmente desde Itálica hay 1.660 kilómetros hasta el monte Palatino de Roma. Además, es posible medir 6.600 metros entre el ayuntamiento de Santiponce y el de Sevilla por lo que este ejemplo es de aquellos que evidencian una trasmisión de conocimiento que llega hasta la actualidad.
En el siglo IV, cuando se instauró el cristianismo en el imperio romano, se trasladó desde Karnak hasta Roma, el obelisco que actualmente se llama lateranense y se colocó en el circo máximo. El obelisco fue inaugurado en la primavera del año 357 y fue el primer gran monumento erigido en Roma después de que se estableciera el cristianismo como religión oficial, por lo que para los romanos simbolizó la victoria de la nueva religión sobre el paganismo. En el siglo XVI, el Papa Sixto V ordenó erigir el obelisco en la plaza de San Juan de Letrán, entre la puerta norte de la Basílica de San Juan y el palacio Lateranense donde se encuentra actualmente. Se construyó un nuevo pedestal con cuatro leones y escenas que cuentan su historia y se le colocó una cruz cristiana. Posteriormente veremos que se alinea entre la basílica de San Pedro y el monasterio de Montecassino.
Otro obelisco, mucho más conocido, es el que se encuentra en la plaza de San Pedro. Fue traído desde Heliópolis por Calígula en el año 37 a.C y colocado en el centro del Circo Máximo pero en el año 1586 se trasladó al lugar donde se encuentra actualmente. Con el casco del barco que lo transportó se construyó un faro para el nuevo puerto de Roma. Hasta el siglo I d.C, el puerto de Roma había sido Ostia, situado en la margen izquierda del río Tíber, muy cerca de la desembocadura. A partir del año 46 el emperador Claudio construyó un nuevo puerto situado en la margen derecha. Este nuevo puerto llamado ‘Portus’ tiene forma hexagonal y actualmente tiene el nombre de Lago Trajano. El centro de este hexágono se encuentra a 3,33 kilómetros del puerto viejo de Ostia. Desde este centro también es posible medir 1.333,3 kilómetros hasta el Portus Dubris.
El ejemplo siguiente es análogo a los ejemplos de Massalia y Portus Dubris (que serán continuados en los apartados dedicados a Francia e Inglaterra); la conquista romana de la península ibérica se llevó a cabo tras las guerras cántabras. Astures y cántabros habían mantenido la independencia frente a Roma hasta que el imperio consiguió someter a estos pueblos. Al finalizar la guerra en el año 19 a.C, los romanos construyeron un puerto, debido a que acababan de asegurar el control total de la península lo llamaron Portus Victoriae (puerto de la victoria). Este lugar es actualmente la ciudad de Santander y hasta Portus, en Ostia Antica, hay 1.330 kilómetros.
Si observamos los patrones que surgen al analizar esta red de alineamientos, identificamos ciertos saltos colonizadores, es decir, en este caso Roma aplica este orden civilizador creando conexiones con las futuras provincias del imperio. Unas líneas atrás hemos visto que el Campidoglio se encuentra conectado a la cima del monte Himeto del mismo modo que otras colonizaciones griegas, pues bien, desde Ostia hasta esa cima hay 666 millas. Del mismo modo que Roma se ramifica hacia Europa, Roma es una ramificación, en parte, de Grecia, un salto colonizador en este orden civilizatorio. Y digo en parte porque esta red no se desarrolla linealmente; hemos visto la importancia del palacio de Cnosos para el desarrollo de la civilización micénica y posteriormente griega; el lago Trajano se encuentra a 1.333 kilómetros del palacio de Cnosos.
En el apartado dedicado a Creta y Micenas conocimos el primer puerto que tuvo Atenas, el de Falero, en el siglo V a.C, Atenas empezó a construir en la zona de El Pireo la cual constaba de tres puertos naturales que reemplazaron gradualmente al puerto de 'Phaleron'. Uno de estos puertos naturales, la bahía de Zea, acabó siendo el puerto militar más grande de Atenas, donde se construía la flota de trirremes. Desde la bahía de Zea, el nuevo puerto de Atenas hasta el lago Trajano, el nuevo Portus de Roma hay 660 millas. Este, como otros muchos que veremos a lo largo de la exposición, es un ejemplo de que esta red está en continuo perfeccionamiento.
Un siglo después de la construcción del lago Trajano, el emperador Trajano construyó un nuevo puerto sobre un asentamiento etrusco que adoptó el nombre de Civitavecchia. En este puerto se encuentra el fuerte Miguel Ángel, ubicado a 33,3 millas de la desembocadura del Tíber, en Ostia Antica, y a 33,3 millas náuticas de la Domus Tiberiana en el monte Palatino de Roma. Este lugar era la residencia de los emperadores Tiberio, Calígula, Claudio y Nerón, así como del propio Trajano. Como se observa capítulo tras capítulo, existe una élite constructora que recibe y transmite ciertas directrices a la hora de ubicar las infraestructuras del poder y que, conforme pasan los siglos, se traslada por el territorio ubicando nuevos centros de poder alineados con otros tantos y creando nuevas civilizaciones. En el capítulo dedicado a ‘Creta y Micenas’ se observan varios alineamientos del palacio de Cnosos y su puerto Heraclión, así como la civilización minoica dio paso a la micénica, estos alineamientos muestran que los núcleos fundacionales de estos territorios se encuentran conectados numerológicamente. A grandes trazos, de la unión entre Minos y Micenas surgió la Grecia Clásica, cuando los colonos de la Grecia Clásica llegaron al sur de la península itálica y a Sicilia, fundaron Agrigento como la ciudad más destacada de la Magna Grecia y la ubicaron conectada al palacio de Cnosos, es decir, a su origen, como lo que hemos visto recientemente en el Portus de Roma. En el apartado dedicado a la colonización de América veremos una conexión más del Portus de Roma. Esta forma de desplegarse por el territorio ha sido comparada también, en un apartado anterior, con la Tabla de las Naciones del Génesis y conforme la cronología avance a lo largo de la historia se podrá seguir observando en otras cosmogonías, mitos fundacionales, etc.
Son muchas las formas que la mitología griega tiene para explicar las influencias que ha recibido durante el desarrollo de su civilización, de modo que, a la hora de investigar el orígen de un héroe, por ejemplo Heracles, aparece un bisabuelo llamado Perseo o una tatarabuela llamada Dánae que desciende de Danao que a su vez desciende de Belo, como vimos en un apartado anterior. Estamos hablando de la genealogía argiva, es decir, que tienen en la Grecia de Argos, su origen. De modo que, cuando los héroes Perseo o Heracles realizan gestas, están personificando los logros de su casa, de su dinastía. Así, era práctica común entre los colonos fenicios, el levantamiento de hitos terminales, que sirvieran para atestiguar, a través del tiempo, el haber llegado a un lugar determinado. Por ello las famosas columnas de Heracles serían, entre otras cosas, los hitos terminales de una expedición que simbolizaría la llegada de Heracles a occidente. El modelo de templo exportado por los fenicios a occidente contaba con dos columnas en su parte frontal como elemento fundamental y distintivo. Continuando con Estrabon, los íberos y libios, situaban las columnas de Melkart en el mismo Herakleion gaditano. La llegada de Melkart al Estrecho, que posteriormente recibirá el nombre de las Columnas de Herakles de
manos de los griegos, representa el símbolo de la llegada de la vieja civilización fenicia oriental a las lejanas tierras occidentales donde acabará arraigándose y transmitiendo su cultura, como vimos en Sumeria y como veremos en América.
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