En los anteriores apartados, por ejemplo los dedicados a Inglaterra, Irlanda y Francia, se puede observar que a la llegada de los romanos a esos territorios y la consecuente fundación de ciudades emerge un orden numerológico, ciertas pautas de comportamiento que han mantenido tanto los constructores galos como los romanos. Estas mismas pautas, entre ellas alinear los centros de poder con los puntos extremos del territorio, también han sido observadas por civilizaciones muy anteriores como muestran otros capítulos, y se mantienen en la modernidad cuando las diferentes entidades territoriales van evolucionando con la creación de condados, principados, reinos, provincias, comarcas, departamentos, etc… También el diseño de los límites territoriales guarda el mismo orden numerológico que han seguido los constructores de las diferentes culturas a lo largo de la historia hasta la actualidad. A la hora de analizar un territorio se suele otorgar a la civilización romana la distribución de esas ciudades, sobre todo en la península ibérica, sin embargo si se profundiza en el origen de las principales ciudades del levante español se observa que estas fueron los principales núcleos de los diferentes pueblos íberos. No debe utilizarse la expresión "pueblo íbero" ya que nunca constituyeron una unidad política, fueron por lo tanto diferentes pueblos como los lacetanos, ausetanos, layetanos, ilergetes, etc… Pero ha de tenerse en cuenta que tampoco se debe otorgar el origen de estos núcleos poblacionales a los íberos ya que el hecho de no encontrar restos arqueológicos anteriores no es suficiente para afirmar que la fundación de una u otra ciudad es de esta o aquella civilización. Esto puede aplicarse a cualquier ubicación de las que figuran en este libro, por ejemplo, el mito fundacional romano de la ciudad de Barcelona involucra a Hércules, Jasón y los argonautas y a Hermes pero la arqueología demuestra que los íberos layetanos acuñaban moneda en Barcelona, a la cual llamaban Barkeno por lo que el lugar ya era un centro de poder antes de la llegada de los romanos.
Estos pueblos indígenas prerromanos de la península ibérica han sido tradicionalmente divididos por la historiografía en íberos, asentados en una franja que ocupa todo el levante desde el Rosellón francés hasta Andalucía incluyendo gran parte de la cuenca del Ebro y toda la del Guadalquivir, y celtas que ocupaban el centro y norte de la península, además de turdetanos, aquitanos y tartésicos. Los íberos que ocupaban el territorio de lo que hoy es Catalunya, el norte de Aragón y el Rosellón fueron los sordones, indigetes, ilergetes, ilercavones, ceretanos, lacetanos, layetanos, cesetanos y ausetanos. Si se observa la ubicación de las capitales de estas tribus aparecen alineamientos numerológicos que evidencian que este orden civilizador existe desde tiempos prehistóricos. Por ejemplo, el centro histórico de Barcelona se encuentra a 33 millas náuticas del centro de Vic; Barcelona o Barkeno era la capital de los layetanos y el nombre de Vic era Ausa, capital de los Ausetanos. Desde el centro de Ausa (la plaza Mayor de Vic) hasta el centro de Setelsis (actual Solsona) capital de los lacetanos, hay 33,3 millas náuticas. La capital de los ceretanos (actual Seu d'Urgell) se encuentra a 66,6 millas náuticas del centro de Barkeno. También ceretanos e ilergetes (con capital en Lérida) estaban conectados a 66 millas. Ilergetes e ilercavones estaban muy relacionados ya que los ilergetes dominaban el alto Ebro e ilercavones el bajo Ebro. El río Ebro es el que da nombre a los íberos y a Iberia. El yacimiento más importante de ilercavones es el Castellet de Banyoles donde también se acuñaba moneda y se encuentra a 33,3 millas náuticas de Lérida, la capital ilergete.

Lo mismo sucede en ciudades de fuera de Catalunya donde hubo núcleos de poder íbero como los jacetanos en Jaca (llamada Iaca) y Zaragoza que distan 66 millas o Bolskan que se encuentra a 6,66 kilómetros de Zaragoza llamada entonces Salduie. Posteriormente veremos que el condado de Aragón y el Principado de Catalunya formarán la Corona de Aragón, uno de los núcleos de España. Jaca fue la primera capital de Aragón.
Pero sigamos en Catalunya porque es interesante observar que estas zonas, que son las divisiones entre las distintas tribus íberas, no han cambiado mucho en cuanto al aspecto general de esta división, es más, cuando se observa el diseño de los límites provinciales de la Catalunya actual se observa este orden civilizador con mucho más detalle. Estos, como los ejemplos de los departamentos franceses se mostrarán en el capítulo dedicado a la división territorial.
Antes de retomar el orden cronológico que nos volverá a situar en la edad media voy a mostrar dos alineamientos más, si se hace una línea desde el centro de Vic (Ausa) hasta el centro histórico de Tarraco la distancia es de 66,6 millas náuticas y la línea pasa por la basílica de Montserrat, patrona de Catalunya, que como veremos más adelante, no se construyó hasta finales del siglo XI, teniendo su origen en una ermita del siglo IX. Desde la basílica de Montserrat hasta Ampurias hay 66 millas náuticas. En el museo arqueológico de Ampurias se encuentran las monedas que acuñaron los íberos indigetes (o undigesquios) con la inscripción 'Untikesken'. Además, si se mide la distancia entre Ampurias y Ruscino, el origen del condado de Rosellón mencionado anteriormente, la distancia es de 66 kilómetros. Los historiadores discrepan sobre cuál es la capital de los indigetes porque Ampurias la asocian con griegos y romanos mientras que la vecina Ullastret tiene el sitio arqueológico 'ciudad ibérica de Ullastret', lo que la hace candidata a serlo. En el centro de Ullastret se encuentra San Pedro de Ullastret, a 333.000 metros de la basílica del Pilar (entiéndase el centro de Salduie), y el centro de Girona queda alineado. La virgen del Pilar es la patrona de España como veremos más adelante.
Según los historiadores, la cultura ibérica surgió de la influencia de griegos y fenicios sobre las poblaciones indígenas y consideran que fue la primera del espacio geográfico catalán con un sistema de escritura propio, adaptado del griego antiguo. Es muy probable que Salduie fuera el centro de poder más importante del espacio geográfico de Aragón, como lo es en la actualidad. Posteriormente, cuando se hable de los condados catalanes, el reino de Aragón, y su unión en la Corona de Aragón, y posteriormente su unión con la Corona de Castilla, ténganse en cuenta estos ejemplos.
Así mismo han de tenerse en cuenta los siguientes ejemplos que se van a mencionar; en estos subyace un orden anterior a la llegada de los romanos a la península, quizás muy anterior a íberos incluso anterior a cualquier influencia en la zona de fenicios y griegos. Desde la basílica de Montserrat hasta la cima del Turó de l'Home (colina del hombre), en el Montseny hay 33,3 millas. Esta cima se encuentra alineada entre Ampurias y Tarragona, además desde la cima del Turó de l'Home hasta el Foro de la Colonia, en el centro de Tarragona hay 66,6 millas náuticas. El montseny no es una montaña más, por su prominencia (es un macizo aislado de otras sierras) y situación (domina gran parte la vía augusta que discurre entre Barcelona y Gerona), es como mínimo un punto de referencia clave para cualquiera que aborde cualquier tipo de trabajo geográfico, orográfico, geológico, etc, de este territorio. En la actualidad, las cimas del Montseny (Turó de l'Home y Puig Sesolles) se encuentran ocupadas por instalaciones militares vinculadas a las telecomunicaciones, pero esto no se puede analizar con la imagen satelital porque se encuentra censurada. Como veremos más adelante en apartados como los dedicados a las exposiciones universales, la televisión, y varios otros; puede ser que este tipo de infraestructuras estén realizando algún tipo de actividad vinculada al electromagnetismo, más allá de lo que la oficialidad admite. El Turó de l'Home volverá a salir vinculado a otro alineamiento en uno de estos apartados.